Se le puso el mote de Perogrullo porque es el personaje político del pueblo. Es capaz de explicarte lo que quieras en cinco minutos pero no se habrá comprometido en nada. Te dará respuestas que ya conocías pero arrimando el ascua a su sardina, sea la que sea en ese momento. Aquí he reunido algunas de sus opiniones que, como mínimo, son bastante acertadas.
—Perogrullo, con todo lo que está pasando, me pregunto ¿Cómo se somete a un pueblo tan fácilmente?
—Verás Plumillas, hay dos cosas muy simples. Elimina el valor y la cultura como virtud y búscales un terrible enemigo. Las ovejas siguen al pastor al matadero creyendo que las protege del lobo.
—Y, ¿Por que hay partidos en España que solo fomentan que la gente mira hacia el pasado?
—Muy sencillo, si sólo miras hacia el pasado no ves las trampas que te ponen delante para el futuro y sigues cayendo en todas. También has que tener en cuenta el dicho "Es más fácil predicar que dar fruto".
—La verdad Perogrullo es que yo y en general, aparte de los fanáticos que votan para que no gane el contrario, no entendemos ya lo de izquierdas y derechas. ¿Se supone que unos quieren que la gente viva bien y los otros mal?
—Todo es mentira Plumillas, si los partidos tuvieran la más mínima intención de conseguir un mundo maravilloso para sus votantes actuarían de otro modo, es más, si la gente pensara y se hiciera algunas preguntas, habría algunos partidos que no tendrían la más mínima posibilidad de ganar. Te voy a poner un ejemplo.
¿Se creerían que un fabricante de pelucas nos prometiera un crecepelo maravilloso?
No sería lo lógico puesto que necesita calvos como clientes. Entonces la pregunta sería la siguiente...
Un partido político que se nutriera de gente descontenta y con falta de recursos... ¿Puedo creerme que su finalidad sea que tengan un mejor nivel de vida o será mantener y aumentar a los que le votarán?
—Cierto Perogrullo, esto me lleva a la siguiente pregunta ¿Tiene un límite la libertad de expresión?
—Según yo lo veo, existe el límite de la educación y las ofensas personales. Todo se puede decir sin pasar al insulto, porque cuando se recurre a palabras como ¡fascista! ¡rojo! Etc, no defines a tu oponente, demuestras quien eres tú.
-Perogrullo, me gustaría que me contestaras a esta pregunta que me hago, y te has ganado otra cerveza con una patatitas bravas como las hace la mujer de Eleno.
—Tu dirás, pero que no sea muy difícil.
—La pregunta es fácil, la respuesta puede no serlo. Si cada vez sacan más leyes para ayudarnos a los pobres, reparten dinero a manos llenas y nos dan más libertades.
¿Por que cada día vivimos peor y somos menos libre?
—¡Por Dios Plumillas! Si es una pregunta facilona. Por la sencilla razón de que una gran parte de la población piensa que no se puede luchar, otra que no puede ser de otra manera porque lo hacen los suyos y una tercera muy numerosa porque están descerebrados con el futbol, los cotilleos, y ya no les queda ningún huequecito donde cocer las más mínimas ideas.
—¡Eleno! Pon un plato cumplidito de patatitas bravas y dos cervezas congeladas, que hace mucho calor.
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